Whiskey irlandés
En Irlanda, se denomina whiskey (notar la e intercalada) al mismo destilado que en otros lugares se le llama whisky. No tiene denominación de origen por regiones como por ejemplo en Escocia.
La materia prima principal para la elaboración de whiskey irlandés son cereales de diferentes tipo. Aunque podamos pensar que esto es esencial para el carácter de este espirituoso, no es del todo cierto. El proceso de destilación es lo más importante y es lo que le da carácter único a esta bebida.
Algo característico del whiskey irlandés es que, durante su maceración, se utiliza entre el 60 y el 80% de cebada sin maltear. También se le añade cebada malteada y avena, y en menor medida, de maíz.
Esta técnica dota al whiskey de un sabor potente pero delicado, especiado pero floral. Además, se consigue una textura cremosa.
Bushmills es el único whiskey irlandés que usa exclusivamente cereales malteados. Todos los otros tienen en diferentes proporciones cereales sin maltear. A Este whiskey se le denomina pure pot stilled whiskey.
Hay solo dos single malt en Irlanda que están elaborados con cebada ahumada, Connemara y un modelo de Bushmills. En general el whiskey irlandés nunca es ahumado.
Durante los últimos años, también en Irlanda se ha empezado a usar más la malta de cebada para la elaboración del whiskey de pura malta.
Características de whiskey irlandés
Durante el último siglo, el whiskey irlandés ha ido evolucionando hacia un estilo mucho más elegante y podríamos afirmar que el típico whiskey irlandés es un whisky de grano (grainwhisky) ya que usa para la mayoría de sus whiskeys una mezcla de cereales.
Prácticamente todo el whiskey irlandés se destila 3 veces, algunos incluso más. Los irlandeses usan alambiques mucho más grandes y altos que los escoceses, lo que da origen a espirituosos más elegantes y puros.
Esta característica hoy en día tan típica, no siempre fue así. A finales del siglo XIV tan solo 3 destilerías de 28 lo hacían. Se trata de un fenómeno moderno.
Los single malts irlandeses, se destilan 2 veces, como en Escocia.
Tiempos de añejamiento del whiskey irlandés
El whiskley irlandés debe ser añejado durante un mínimo de 3 años, como el escocés. Ya que su sabor es en general, más suave, no necesita tanto añejamiento. Sin embargo, muchos whiskies de grano maduran tanto tiempo como sus compañeros escoceses, entre 5 y 8 años. Solo los whiskeys puros de malta envejecen durante más tiempo. Bushmills tiene algunos ejemplos.
Las barricas de madera más usadas son las de bourbon y Jerez. Algunos son madurados en antiguas barricas de Oporto o Madeira, incluso de ron.
El sabor del whiskey irlandés
En general, este destilado es suave y amable, con vainilla sutil y delicada. Sabor delicado con dulzura contenida, sin ahumado.
Los whiskeys puros de malta irlandeses, aunque pueden recordar a los escoceses, son en general más suaves y delicados, pudiendo recordar a los de Lowlands o los whiskies suaves de Speyside.
Elaboradores y destilerías
Las grandes destilerías son las que dominan el panorama del whiskey irlandés.
Irish Distillers
Irish Distillers es la casa madre de marcas como Jameson, Powers y Paddy.
Jameson
Desde que se lanzó en el 1968 es seguramente el whiskey más conocido de Irlanda. Tiene unas ventas anuales en crecimiento con 48 millones de botellas vendidas al año. Esto lo convierte en una de las marcas más vendidas del mundo.

También produce Powers, un whiskey de grano que es increíblemente perfumado y elegante.

El popular (en Irlanda) Paddy, también está a cargo de la misma casa. Madura en barricas neutras durante 7 años.

Tullamore Dew
Otra conocida destilería es Tullamore Dew, que forma parte del conglomerado escocés William Gran & Sons. Ofrece el básico whiskey, que es fácil de beber, elegante y afrutado además de single malts de buena calidad.
Bushmills
Esta es la destilería más antigua de Irlanda. Se supone que se fundó en el 1608, lo que la convertiría en la segunda más antigua del mundo, solo por detrás de la holandesa Bols (inaugurada en el 1575).
Sin embargo, la fecha hay que matizarla ya que hace referencia a cuando Thomas Philips, gobernador de Ulster, consiguió el monopolio para elaborar destilados en la zona. La destilería empezó a funcionar en el año 1784.
Bushmills es parte de Diageo y ofrece diferentes opciones. La opción más accesible, es su whiskey de grano madurado 5 años. Sus single malts de 10 y 16 años ofrecen la complejidad de la malta, pero con estilo irlandés: suavidad y textura melosa con buena complejidad.
Redbreast
Cuando en Irlanda se habla de un Single Pot Still se están refiriendo a un whiskey que mezcla granos malteado y no malteados.
Cuando la tendencia del mercado irlandés era hacer whiskies blended, Redbreast siguió elaborando su Pot Still. Elabora 3 tipos: madurado durante 12, 15 y 21 años. Excelente calidad.
Tyrconnell
La destilería Tyrconnell se fundo como Watt Distillery en el 1762. Desafortunadamente, tuvo que cerrar en el 1925 por culpa de una crisis. Fue en el 1988 cuando sus puertas volvieron a abrir.
Se han especializado en crear single malts de muy buena calidad, entre ellos, los que han madurado en barricas de Jerez y Oporto durante 10 años.
Kilbeggan
Otra de las viejas destilerías irlandesas. En este caso probablemente más antigua que Bushmills (si tenemos en cuenta la segunda fecha). Se fundó en el 1757 para cerrar en el 1953. La destilería funcionaba como museo hasta que volvió a abrir sus puertas en el 2007. Tienen diferentes tipos de whiskey, entre ellos más de un single malt de buena calidad.

Cooley
Esta casa, que abrió en el 1987 y lanzó su primer whiskey en el 1992, es la que se animó a elaborar whiskey de malta ahumado por primera vez, algo inusual en la isla. Bajo su marca Connemara, elabora tanto whiskey mezclado como single malt ahumado.

Historia del whiskey irlandés
A pesar de que la invención de la destiladora continua (o patent still o coffey, por su inventor) surgió en Irlanda, los irlandeses miraban con recelos este sistema. Estaban acostumbrados a elaborar fuertes whiskies a base de malta.
Fueron los escoceses los que se pusieron en cabeza con la producción de whisky elaborados de forma moderna. Esto resultó en una perdida de mercado, ya que el whisky escocés resultaba más barato.
Aunque varias destilerías quisieron prohibir otro cereal que no fuera la malta de cebada, el gobierno no lo permitió y los irlandeses pudieron mezclar diferentes granos para la elaboración del whiskey.
Sobre el año 1850 (cuando los impuestos a la malta fueron mayores), los irlandeses empezaron a mezclar cebada sin maltear a la mezcla. Eso sí, siempre destilado en alambiques tradicionales (pot still).
El whiskey irlandés, después de ganar en popularidad internacional, pasaría penurias por diversos eventos históricos. Acontecimientos como la primera guerra mundial, la guerra de independencia irlandesa, la guerra civil irlandesa y la ley seca de los EE. UU destrozaron el mercado de whiskey irlandés.
A tal desastre histórico, tan solo sobrevivieron Bushmills, Jameson, Power, Midleton y Tullamore. Las últimas 4 fundarían en el 1966 la llamada Irish Distillers Company, al sur de la isla. Bushmills se uniría 6 años después.
Fue gracias a esta estrategia, unido a la fuerza de la francesa Pernod Ricard (que compró la compañía), que el whiskey irlandés se recuperó.
Pernod Ricard vendió Bushmills a la gigante y competencia Diageo, pero sigue dominando en la industria. Tullamore abandonaría también el grupo para unirse a William Grant & Sons.