Tabla comparativa de los whiskies de Johnnie Walker
Black Label
Double Black Label
El Double Black es en principio, el mismo whisky que el anterior, con la diferencia de que se deja envejecer en barricas muy tostadas de Bourbon, adquiriendo ese color, aromas y sabores más ahumados y fuertes.
En nariz se aprecia la madera tostada de manera clara, también almendras, ciruelas y vainilla. En boca el ahumado es más ligero, pero se aprecia esa barrica dulce tostada con fuerza. También vuelven esos aromas de nueces y almendras junto a fruta negra madura. Si te gusta el Black label, seguramente te guste este también.
Gold Label
Whisky de mezcla que antecede al gold label 18 años. Este no lleva indicación de edad y tiene un alcohol del 40%. De bonito color dorado, en nariz se aprecia algo de ahumado (muy sutil), herbáceo y especiado, plátano. Un whisky bastante potente en nariz para ser un blended.
En boca es potente con almendras, mazapán, un agradable amargura emerge al tragar. Cremoso y en general muy buen whisky blended.
Green Label
Aquí un blended malt (tan solo se usan single malts pero de distintas destilerías). Tiene indicación de edad (15 años) por lo tanto contiene tan solo whiskies de 15 años o más. Algo curioso de este whisky es que contiene whiskies de las zonas de Speyside, Lowlands, Highlands y algunas islas. Algo así como un single malt de todas las zonas de Escocia.
Un nariz resulta afrutado con recuerdos de vainilla, albaricoque, platano y se nota la presencia de la barrica, algo ahumado. En boca es apimentado y especiado y vuelven esos recuerdos de frutas como albaricoque o melocotón, un ahumado agradable queda en boca.
Platinum Label
La etiqueta Platinum es uno de los últimos whiskies en salir al mercado (2013). Se trata de un whisky »intermedio» entre el gold y el blue. Es seguramente el mejor whisky para regalar. Y es que aunque la tendencia en el mundo del whisky embotellar como NAS (sin indicación de edad), Johnnie Walker saca este blended de 18 años. Con whisky de más de 20 destilerías, sobre todo de la zona de Speyside.
En nariz es muy perfumado, con jengibre, vainilla y almendras, es floral y complejo. En boca encontramos recuerdos de malta lo que nos hace creer que su contenido de malta es alto. Además apreciamos sabores como chocolate, canela, plátano, y bollería francesa (vainilla y mantequilla). Se trata de un whisky muy delicado y en general un buen blended.
Blue Label
Uno de los blended más prestigiosos del mundo. Solo 1 barrica de cada 1000 tiene la calidad para este blended. ¿Un whisky blended caro y complejo? Si los japoneses lo han logrado ¿Cómo no lo iban a hacer los escoceses? Un Whisky blended de alta complejidad elaborado con maltas muy viejas y whisky de grano. Blue Label ha sido escogido en nuestra lista de los mejores 11 whiskies del mundo.
En nariz se aprecia un claro ahumado que sin ser agresivo, es predominante y se integra con los otros aromas, fruta negra oxidada (ciruelas, orejones, pasas), también algo salino y yodo. En boca se aprecia muy bien la intensidad de las barricas, es potente y se aprecia la mezcla de whiskies muy viejos con gran intensidad aromática con whiskies más joven que le dan una fruta más joven y melosidad. Un whisky caro pero que increíblemente bien hecho.
John Walker (1805-1857)
El nombre de tu whisky favorito no es ninguna invención, este hombre existió y fue el él que llevo a esta compañía a ser lo que es hoy en día.
Walker nació en el 1805 en Kilmarnock, Escocia. Su padre murió en el 1819 y vendieron la granja donde se crió, lo que dio lugar a que se mudaran al centro y comprar una tienda de alimentación. El pequeño John Walker no tardaría en hacerse con el cargo de la tienda.
Con el tiempo no solo se dedicaría a vender productos alimentarios si no también vino, te, ron, brandy, ginebra…
Lo que le dio fama fue su propia etiqueta de whisky. Su secreto estaba en mezclar los diferentes whiskies que obtenia para obtener la misma calidad botella tras botella.
Johnnie Walker tuvo un hijo, llamado Alexander. Gracias a la revolución industrial que vivió Alexander y a la red de trenes que se construyó entonces, el producto se pudo distribuir por todo el mundo.
En el 1862, las exportaciones de whisky de esta destilería alcanzaban los 100.000 galones (378.500 litros).
En el 1867, se empezó a comercializar el llamado Old Highland Whisky, que sería hoy en dia al que llamamos Johnnie Walker Black Label.
Este whisky fue llamado en un primer momento Old Highland Whisky
Johnnie Walker fue el primer whisky escocés en llegar a Australia. Algo que les beneficiaría enormemente ya que este mercado fue durante un periodo el más grande de la casa Walker.
…to make our whisky of such quality that nothing in the market shall come before it.»
»…El crear un whisky de tal calidad que nada en el mercado vendrá después de él»
Alexander Walker
Hijo de John Walker
El éxito de la exportación de Johnnie Walker
La exportación del whisky no paraba de crecer y Glasgow era un buen puerto de mercancías donde también se exportaba mucho tabaco.
Una buena estrategia usada por Alexander Walker fue hacer tratos con los capitanes de los barcos con los que se exportaba el whisky. La misión sería encontrar el máximo precio por el que estaban dispuestos a pagar por el whisky en los puertos donde llegaba. Algo así como un comercial de aquellos tiempos. A estos se les pagaba con la materia prima: el whisky que el mismo producía.
Era sin duda una buena estrategia comercial donde ambas partes salían ganando.
Su éxito siguió año tras año, hasta comprar en el 1893 la destilería de Cardhu, para asegurarse la producción de whisky de malta.
El whisky de Cardhu ha sido desde entonces la base de todos sus whiskies.
El éxito de Johnnie Walker
Johnnie Walker es el whisky escocés más vendido del mundo. ¿Cual es su secreto? ¿Qué se necesita para se un superventas?
Para que un producto se convierta en el más vendido del mundo, debe cumplir unos requisitos.
Para empezar necesitamos un producto de alta calidad, o como mínimo, que la calidad que tiene se corresponda al precio que tiene.
Después necesitaremos una estrategia de mercadotecnia que cumpla sus objetivos.
Esta estrategia debe conseguir anclar una idea en la mente de los consumidores y que esta se mantenga a lo largo de los años.
Si la marca se encuentra en el consciente colectivo, el público sabe lo que se espera de ese producto al comprarlo y es fácil de conseguir, es muy probable que se acabe convirtiendo en un producto superventas.
Johnnie Walker es el whisky en volumen más vendido del mundo.